miércoles, 15 de noviembre de 2017

ADMINISTRACIÓN-CONTRATACIÓN

ADMINISTRACIÓN
           
               En nuestro ramo esta función adquiere unas connotaciones extras, que se complementan con las ya inherentes a la estricta dedicación contable.
             Por supuesto, ellos son los que extraen el vaso de lo que se puede hacer, de la piscina que llenamos con aquello que queremos hacer, como en todas las compañías. Aíslan todo aquello posible de lo inalcanzable, aunque desde la acera de enfrente los queramos entender como trastornados socio-compulsivos de planes ajenos (siempre hay presupuesto para folios). Empleados inasequibles al desaliento negacionista.

              En restauración, esta “cualidad” no deja de ser un ingrediente más que añadir al cocktail que habremos de mezclar y no agitar (luego lo explico, al igual que lo haría JAMES BOND). Realmente, y aunque no deja de ser una parte importante de nuestro brebaje, no creo que represente mas allá de un escaso 20%. El motivo no es otro que el empeño, difícil de explicar, que se tiene por el irrefrenable deseo de compaginar esta especialidad con la cualidad innata que se requiere para la atención al público. Es obvio que el aprendizaje de los conocimientos que se precisan para el desempeño de la contabilidad y administración de empresas, están, con mayor o menor esfuerzo, a disposición y alcance de cualquier hijo de vecino, sin menoscabo del gremio administrativo, pues dicha accesibilidad no quiere decir que todos lleguen a su culminación y dominio. Pero la neurona del trato personal no se haya, desgraciadamente, en el adn de la totalidad de la raza humana. Si lo tuviera que definir, lo intentaría diseccionando, particionandola en diversas subcategorías y las fusionaría en medidas porcentuales con carácter aproximado, pues, aunque en conjunto formarían un todo indisoluble, la carencia parcial de alguno de los componentes no arruina totalmente la fórmula, si se dispone de un plus de algún otro, al ser estos complementarios entre ellos, en la misma manera que indispensables lo son por sí solos. Os hago sabedores de la formula en cuestión…

  • Conocimientos del medio
  • Cultura
  • Carisma
  • Elocuencia
  • Simpatía
  • Gracia (comedida y controlada)


Conocimiento del medio

No conviene en ningún ámbito de la vida proponer/aconsejar/manejar, nada desconocido o sin conocer su futuro evolutivo. Me podría remitir al cangrejo americano, el mejillón cebra, o a mi compañero Raúl, pero me ceñiré a lo que nos atañe.
Desde el minuto uno, hemos de ser asesores de nuestros clientes en todo tipo de eventos, y no solo en lo concerniente a lo que gastronómicamente se refiere, sino también a todo aquello que lo rodea, ritos, costumbres, manías y errores. Dicho conocimiento, fundamentarán las bases de la confianza de la que nos harán ángeles custodios y que tendremos que defender con el respeto que merece todo aquello que se ha de devolver, y para ello la documentación y la experiencia son condimentos esenciales para dicho propósito.

Cultura

A todo el público, en algún momento de nuestra relación contractual, le gustará hablar de sí mismo o sus vivencias. Si los platos que le ofrecemos son de tal o cual zona geográfica y su procedencia o el contexto de su nacimiento. También es común acabar hablando del país que van a visitar en su luna de miel, y no es decoroso asociar la ribera Maya a la cultura Inca, ayuda ser admirador de todo y forofo de nada.
               
 A EVITAR:  Futbol, Política y Prensa amarilla (nunca se sabe donde habita un “follower”.

Carisma

Necesitamos dosis justas de ego, amor propio y fe en nosotros mi mismos. La seguridad en lo expuesto frente a nuestros interlocutores, hará aportarles el punto de veracidad a aquello que queramos vender. Titubeos, desconocimiento o mala argumentación, pueden dar al traste con la encomienda.
A veces los comensales no quieren aprender lo que les gusta, les basta con pensar que tú lo sabes. Alguien a quien creer es lo que se busca en un profesional de la restauración, y eso implica la ausencia de errores y/o rectificación de los mismos antes del precipicio.

Elocuencia

                Siempre existe mas de una manera de vestir las palabras y siempre hay una concreta y adaptada al momento y lugar. Es condición “sine qua non” conocer cuantas más mejor , pues no es elegante repetir vestido.

Simpatía

Aquí no nos vamos a extender, tan solo decir que –Simpático es, un nervio, y “un servidor” a sí que, como una imagen vale mas que mil palabras, os espero por “la hacienda de los santos” y podréis de disfrutar de la simpatía que vierto por los poros de mi cuerpo (a ver que día vais a venir).

Gracia

Los clientes habitualmente no van a un restaurante a llorar, ni discutir, ni a pasar un mal rato. En contra de lo que siempre se a creído, las bromas, los chistes, o comentarios jocosos no están prohibidos. Se suele confundir la restauración con la mayordomía, que quizás si implique un rictus mas respetuoso y distante. Pero eso sí comedidos y controlados, por supuesto lo poco aburre y lo mucho cansa, aquí las bromas han de ser como las piezas de un puzle, se han de poner solo donde encajen, sin forzar, sin obligar, pues podríamos desvirtuar el resultado final.

Todos estos ingredientes los habríamos de verter en un balde lo suficientemente grande para que pueda caber la cantidad necesaria para los años que tengamos pensado dedicarnos a esto, y si ello fuere posible con una holgura que nos permita verter ese poco mas que nos permita beber de el durante nuestra vida privada, ya que además de ser lo que somos, también conviene parecerlo.
Una vez tengamos este cubo lleno hasta el borde, procederemos a conseguir otro con el doble de capacidad y que llenaremos hasta su mitad con el último y mas importantes de los componentes:

  •   Empatía

La empatía , será aquello que nos quede cuando todo lo demás nos falte. El trato de igual a igual, el estudio previo de nuestros clientes y la comprensión de la, a veces exacerbada, preocupación por cosas que a nuestros ojos pueden parecer tan nimias que incluso nos pueden resultar graciosas. Pero a ellos no, hemos de ser conscientes de que quien decide preparar un evento para sus seres queridos, llámese boda, comunión, bautizo, o barbacoa en el patio de su casa, pasará la mayor parte del tiempo hasta que  éste finalice, preocupado por cosas que nunca llegarán a suceder, nosotros sabemos que así será, que esas circunstancias no se darán. Pero ellos no. No necesitan saberlo. Para eso debemos estar. ¿Para eso nos pagan? “Onnnn”. Error. Para eso somos lo que somos.


P.D. El motivo de mezclar pero no agitar, es con la finalidad de poder tirar del hilo de cada uno de los aditivos en función de la necesidad que nos exija cada circunstancia o cliente. Poder formar distintas formas con las mismas piezas. Por momentos se nos exigirá mas humor que cultura o viceversa.  Si agitamos la mezcla en exceso, podríamos perder los extremos e incluso enredarlos, cual ovillo de hilo fino.


  • Fuente Wikijuan.
  • No intentar consumir si se tiene sospecha de ser alérgico.
  • Manténgase alejado este dosier de personas con síndrome prepotente.
  • Moraleja: Si no has nacido para esto, ya lo sabes.

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